viernes, 7 de noviembre de 2008

«El único sonido que no logro reproducir es el de la muerte»

IGNACIO SERRANO
Es compositor de jazz electrónico, pero intenta mostrar la fibra rebelde y el compromiso político de los punks más auténticos. Matthew Herbert, musicoactivista y excéntrico director de orquesta, presentará esta noche su segundo disco, una cáustica crítica de los poderes económicos que orientan los deseos de la Humanidad.
Que Herbert ha creado un estilo propio de «canción protesta» es innegable. Lennon, Biafra, Baez, son algunos de los músicos que han plasmado en versos el grito de libertad. Pero Herbert lo hace en notas. Partitura política, en lugar de letra política. La rotura de periódicos, el golpeo de la carcasa de un caza de la guerra de Irak o los mordiscos a una copa de cristal han sido ritmos y melodías en loss espectáculos de este músico, que ahora ha ideado nuevas extravagancias para sorprender con sus reflexiones sobre el control de la vida por parte de las élites.
Herbert pasará también por Valencia (día 8), San Sebastián (11), Barcelona (13), Bilbao (14), Gijón (15) y Madrid (16). Tres de las fechas están patrocinadas por una multinacional.
-Propugnar el rechazo del control político y económico sobre la vida suele traer contradicciones. ¿Cree que es posible reducir esa influencia sin permanecer al margen de la sociedad de consumo?
-Sí, lo creo. Siempre hay contradicciones, pero eso no debe frenar nada. La Humanidad ha sido sometida por los grandes poderes durante siglos, pero ahora los ciudadanos tenemos instrumentos que escapan a su control. Internet, por ejemplo, nos ayuda a protegernos mejor entre nosotros, a defendernos de los abusos de una forma global e instantánea.
-¿Sería irresponsable no utilizar su música como vehículo de expresión ideológica?
-Sí, necesito hacerlo. Quiero que mi música sea la voz de una generación. Denunciar lo que está mal es positivo, ya sea con letras que hagan pensar o con sonidos que hagan pensar. No creo que no sea saludable ideologizar la música.
-En este disco se escuchan cien tarjetas de crédito cortadas por la mitad, cien botes del perfume de Britney Spears, un tanque de gasolina. ¿Qué tiene todo esto en común?
-Son expresiones de dominación, objetos que simbolizan la influencia que tienen personas que no deberían tener ese poder. Un hecho tan patético como que millones adoren a Britney Spears no es nada inspirador, pero precisamente por eso lo he utilizado.
-¿Cree que le consideran un freak por seguir un manifiesto de creación de música (que no permite sonidos pregrabados)?
-Algunos no me entienden en absoluto, es el precio que tengo que pagar. El manifiesto son reglas para respetar al oyente, que no es un mero consumidor.
-¿Qué sonido se le resiste?
-El de la muerte. Es lo único que no sé cómo reproducir, cuando la vida abandona el cuerpo.
Fuente: ABC.es

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