Fuente: www.lne.es
«Ahora la palabra es el complemento de la imagen y, antes, era al revés»
GONZALO AMANDI JOGLAR ELOY MÉNDEZ Vídeo-jockey (VJ), creador audiovisual
Hace un año, Gonzalo Amandi decidió abandonar su puesto en una asesoría jurídico-laboral-fiscal para iniciar su andadura como vídeo-jockey residente de la promotora Loft.co, con sede en la antigua sala El Jardín. Desde entonces, este amante del diseño es el encargado de animar visualmente las fiestas de música electrónica que se celebran regularmente en éste y otros establecimientos. Para ello, proyecta sus creaciones artísticas en pantallas mientras suena la música. Una ocupación que, por el momento, no le reporta grandes beneficios económicos, pero que podría llegar a dárselos si consigue hacerse un hueco entre los grandes.
-De asesor jurídico a vídeo-jockey. Un giro de ciento ochenta grados.
-Cambié de ocupación porque creo que uno tiene que hacer lo que le gusta y lo que más le motiva. Siempre me gustó el diseño. Empecé a practicar con programas de edición de vídeo y me gustó. Así, en plan autodidacta, me fui metiendo poco a poco por el tema y hasta ahora.
-¿Cuál es exactamente la tarea de un vídeo-jockey?
-Hace un par de años esta ocupación empezó a cobrar un poco de protagonismo. Se trata de componer imágenes para espectáculos musicales que pueden ir desde danza contemporánea hasta música electrónica. Después, esas composiciones se proyectan durante la interpretación. Poco a poco, este tipo de creación ha ido creciendo.
-¿Está relacionada con otro tipo de arte audiovisual, como el cine?
-Con el arte tiene que ver lo referente a la captura de ideas, de pensamientos… Pero el videoarte no tiene ningún tipo de narrativa, algo que sí tiene el cine. Es, simplemente, más puro.
-Pero, ¿qué pretende transmitir el videoarte?
-Lo que pretende es crear una sensación. No contar una historia que pueda crear sentimientos, sino ir directamente a la sensación del espectador, del público.
-Entonces, las creaciones de un vídeo-jockey están determinadas por la música que las acompañe.
-Sí. En el caso del vídeo-jockey tienes que adaptarte al tipo de música que suena mientras aparecen tus imágenes, para reforzar lo que transmite esa música.
-El ambiente de las discotecas, ¿es el propicio para este tipo de creaciones?
-Sí, es un ambiente muy libre, muy abierto. Otro tipo de espectáculos, como una ópera, no posibilitaría este tipo de creación, porque se mueve dentro de parámetros más cerrados. Otro tema está en la mala fama que tienen algunas discotecas. Pero las creaciones artísticas son una cosa y el ambiente que se crea en torno a ellas, otra.
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-Para importancia, la que tiene la imagen en la actualidad. ¿Vale más que mil palabras?
-La imagen lo domina todo. El conocimiento que tenemos a día de hoy del mundo es a través de las imágenes. La mayoría de la gente sabe lo que pasa en otros sitios por la televisión. Creo que la imagen le ha ganado la partida a la palabra. Ahora la palabra es el complemento de la imagen y, antes, era el revés.
-Pero eso, ¿facilita el avance cultural?
-La imagen es más instintiva, la palabra es más racional. Aunque también depende de la sutileza, porque hay imágenes que por sí solas ya lo dicen todo y hay otras que exigen cierta reflexión.
-El gran aumento de ventas de videojuegos da para reflexionar.
-El tema del videojuego nos mete en el de la interactividad. Creo que el futuro de la imagen va por ahí, por la interactividad. La interactividad permite al usuario cambiar la imagen y eso genera interés.
-Dedicarse a su oficio, ¿da para pagar los intereses de un crédito?
-En mi caso, es un hobby. Pero hay gente que vive de esto. Es gente conocida a nivel internacional y que puede pedir el dinero que quieran. Es complicado vivir de ello, pero hay gente que llega a conseguirlo. A mí, de momento me da para ir tirando y, por eso, estoy contento porque tengo mis ahorros.
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-En su profesión, ¿el futuro invita a sonreír?
-Creo que el futuro de la creación audiovisual pasa por la interactividad. Y además, estoy seguro de que van a cambiar tanto las herramientas de trabajo como el método, así que creo que a mi actividad le queda un buen futuro por delante y está aún por explotar.
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