miércoles, 27 de mayo de 2009

Se alista Mutek para el Cervantino

Fuente: El Universal

El Festival de Creatividad Digital y Música Electrónica presentará sus audiovisuales.

Samuel Mesinas, El Universal
Miércoles 27 de mayo de 2009

MONTREAL.— El clima aún es gélido pese a que el sol brilla desde muy temprano, sin embargo, el ánimo en las calles y el ambiente cálido que genera cada una de las actividades culturales que arrancan en primavera y verano en la ciudad de Montreal, Canadá, despavilan al más friolento.

En esta ciudad de apenas 3.5 millones de habitantes y de espíritu multicultural, se realizan durante el estío cerca de 70 festivales internacionales; entre ellos el Festival de Creatividad Digital y Música Electrónica, conocido como Mutek.

El montrealino Alain Mongeau, periodista de profesión, decidió hace 10 años iniciar una aventura musical, la cual ha tenido repercusiones continentales, entre ellas, generar una inédita plataforma de formación y exhibición de la creación digital latinoamericana.

Pero también ha inspirado a chilenos, brasileños, argentinos y mexicanos, a realizar una réplica del festival en sus países; en México lleva cinco años generando nuevos públicos y abriéndole brecha al fenómeno de la música electrónica en las instituciones culturales, considerado como uno de los fenómenos sociales de las expresiones estéticas tecnológicas más importantes del siglo XXI.

A un lustro de haber iniciado, varias batallas ha ganado, la más reciente, ser considerado por Quebec como parte del elenco que lo representará en el Festival Internacional Cervantino en México, que tiene como invitado a esta provincia canadiense.

—En los inicios se hablaba de crear una gran red panamericana de creación digital, ¿Qué pasó con ella?

—Se ha desarrollado pero su crecimiento es lento. Durante los años de Bush, Canadá sufrió un gran aislamiento porque se cortó el puente con los demás países. Se paró un poco el desarrollo, muchos artistas emigraron, todos aquellos que buscaban hacer una carrera en estas artes tuvieron que irse. Ahora que cambió el clima político, las perspectivas parecen abrirse; el desafío es rearmar la red y colaborar a nivel panamericano con más intensidad, aunque mi optimismo es mermado por la crisis en muchos sectores.

—La presencia latinoamericana en este décimo festival es importante…

—En Montreal nos vemos como los latinos del norte y hay algo natural que compartimos, un ánimo que en Europa no se siente. En las Américas hay muchas cosas que aún no se definen, cosas que iniciar, creo que ahí radica su valor, aunque económicamente no es tan redituable; sin embargo, hay otros aspectos por lo que vale la pena explorar el continente.

—¿Cómo sorteas los prejuicios que hay en las instituciones alrededor de estas expresiones?

—Mutek nació con la intención de darle credibilidad a formas artísticas nuevas. Es una lucha que siempre damos y que continúa. A la fecha, el consejo de arte canadiense no sabe cómo apoyarnos, porque no es mediático, y la industria musical tampoco lo entiende; experimentamos una especie de karma por no orientarnos hacía sus objetivos. Así, desarrollamos estrategias laterales, en esta edición buscamos relacionarnos más a las personas no especializadas, de ahí que proponemos intervenir espacios públicos como fachadas de edificios, con ello buscamos mostrar la maestría de estos artistas con la tecnología.

—¿Y la invitación al Cervantino?

—El balance de lo que quieren presentar es un Quebec contemporáneo y Mutek es percibido como un evento de vanguardia, pero tuvo más incidencia el exdirector del Cervantino que buscó que estuviéramos porque ya logramos un nivel de credibilidad para ser parte de la delegación, aunque tenemos un antecedente en la Feria del libro en Guadalajara y otra en China, cuando Canadá fue el principal invitado; pero seguimos empujando porque sea considerado como un acto importante para la cultura y el arte.

—¿Qué presentará Mutek en México?

—Hicimos cerca de 30 propuestas y quedaron cinco. Exploramos la ciudad, su arquitectura y la naturaleza del festival. De ahí surgió la idea de presentar instalaciones en galerías y conciertos al aire libre como en la Alhóndiga de Granaditas. Es el trabajo de artistas canadienses, y también con la colaboración del mexicano Murcof. Serán diez días con una variedad de propuestas audiovisuales, así como el concepto de Pik Nic, conciertos en vivo, algunos en espacios cerrados.

Para Alain Mongeau, Mutek es un lazo para atraer artistas con ideas nuevas, con dinámicas de investigación tecnológica para involucrar a público joven, que siempre se renueva y el reto es que cada año se debe presentar algo nuevo.

Asegura que la versión de Mutek en México no ha logrado el apoyo de las instituciones culturales, pero “el reto de una organización es encontrar apoyo con gente con visión y echar raíces y creo en México no se ha logrado esto”.

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