¿Y QUIÉN ES EL AUTOR?

Cuando hablamos de otras músicas, a la cabeza se nos viene rápidamente nombres propios como Mozart, Beethoven, Elvis, Los Beatles…pero cuando pensamos en música electrónica de baile, y sobre todo en determinados géneros, la cosa cambia. En ella, los nombres de sus autores y productores pasan a un segundo o tercer plano, diluidos en lo realmente importante, la escena.

Así, en el rock, su evolución ha venido dada por determinadas personas y grupos que luego han sido venerados mientras que en el dance determinados contextos de carácter colectivo son los que han dado origen a nuevas historias. Y si en el rock existen seguidores de Los Beatles, los Rolling o Elvis, en el dance los hay del trance, el progressive, el house, el techno…

Brian Eno lo define como “escenio”, un término resultante de la unión de escena y genio, basado en la superación del autor como individuo autónomo y genial, creador de arte. Se trata de una especie de ecosistema sociocultural a partir del cual surgen tendencias sónicas y en el que el reconocimiento se comparte entre una colectividad, lo que retroalimenta la idea de escena.
Otros ejemplos de la primacía escénica son la adopción de diferentes pseudónimos por parte de muchos artistas dance, que voluntariamente despersonalizados y deshumanizados, se convierten en entes abstractos que prefieren anteponer su música a cualquier intento de idolatría vacía y autoritaria, demostrando que la electrónica de baile es la música más democrática, aunque esto daría para otro comentario.

Pero esta característica basada en la perdida de la primacía del autor en la música electrónica ha sido utilizada, no en pocas ocasiones, como crítica furibunda por sus detractores e incluso, muchos de sus seguidores, intentan atenuarla buscando referentes personificados en grupos o artistas. Creo que, es mi opinión, deberíamos de sacudirnos muchos complejos de inferioridad y asumir que la música electrónica de baile es algo totalmente distinto al rock.

Asimilar los parámetros del rock ni dignifica, ni hace mejor música al dance porque ambos sonidos se mueven en distintas coordenadas y el resultado sería la perdida de originalidad e identidad de la segunda.

Fuente: www.djsanroman.com