Omar Gómez
GUADALAJARA, JALISCO.- La fiesta electrónica que se llevó a cabo ayer por la noche en Plaza de la Liberación con motivo del 468 aniversario de Guadalajara, convocó a más de cinco mil fanáticos de los ritmos musicales de vanguardia.
En punto de las 19:30 horas la fiesta comenzó con las mezclas del DJ Venancio Almanza, quien después de 45 minutos cedió la estafeta al pinchadiscos tapatío Luis Flores, que entregó un set compuesto por techno y house.
A las 21:00 horas Ramón Amezcua, Bostich y Pepe Mogt, Fussible, subieron al escenario acompañados por un conjunto compuesto por tuba, acordeón, guitarra y trompeta, y tocaron durante poco más de una hora su popular fusión de música electrónica y norteña.
Durante el turno de los Nortec, destacaron los visuales computarizados cargados de imaginería tijuanense que acompañaron a la perfección canciones como Tijuana sound machine, Rosarito y AK47.
Después vino el turno de la banda de Monterrey Kinky, quienes con su mezcla de rock, música electrónica y sonidos latinos, causaron la euforia entre los asistentes.
Algunas de sus canciones más ovacionadas fueron Sound da mi primer amor, Vamos queriendo más y más y Coqueta, con la que cerraron su entrega, y tras de ello, el concierto continúo con las mezclas del británico John Graham.
A las 01:00 horas la estadounidense Sandra Collins comenzó su set que fluctúo en los ritmos del house, y convirtió la plaza en una gran pista de baile. En punto de las 02:00 horas el evento terminó entre la rechifla de los asistentes.
En punto de las 19:30 horas la fiesta comenzó con las mezclas del DJ Venancio Almanza, quien después de 45 minutos cedió la estafeta al pinchadiscos tapatío Luis Flores, que entregó un set compuesto por techno y house.
A las 21:00 horas Ramón Amezcua, Bostich y Pepe Mogt, Fussible, subieron al escenario acompañados por un conjunto compuesto por tuba, acordeón, guitarra y trompeta, y tocaron durante poco más de una hora su popular fusión de música electrónica y norteña.
Durante el turno de los Nortec, destacaron los visuales computarizados cargados de imaginería tijuanense que acompañaron a la perfección canciones como Tijuana sound machine, Rosarito y AK47.
Después vino el turno de la banda de Monterrey Kinky, quienes con su mezcla de rock, música electrónica y sonidos latinos, causaron la euforia entre los asistentes.
Algunas de sus canciones más ovacionadas fueron Sound da mi primer amor, Vamos queriendo más y más y Coqueta, con la que cerraron su entrega, y tras de ello, el concierto continúo con las mezclas del británico John Graham.
A las 01:00 horas la estadounidense Sandra Collins comenzó su set que fluctúo en los ritmos del house, y convirtió la plaza en una gran pista de baile. En punto de las 02:00 horas el evento terminó entre la rechifla de los asistentes.
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