miércoles, 30 de septiembre de 2009

Depeche Mode, sin etiquetas

Considerados como leyendas de la música electrónica, el trío pone pies en México para sacudir a sus fanáticos

GUADALAJARA, JALISCO.- Depeche Mode cumple 30 años en los que a pesar de todo han sobrevivido. Y sí, es a pesar de todo porque la banda que sube mañana al escenario de la Arena VFG puede presumir el haber soportado de manera estoica una avalancha de tragedias capaces de desbaratar cualquier proyecto. Su vocalista, Dave Gahan, fue un heroinomano que intentó quitarse la vida en uno de sus muchos "malos viajes", luego este año le detectaron cáncer (del que ya fue operado), posteriormente se lastimó una pierna que los obligó a postergar varias fechas de su tour y para rematar, se le “acabó” la voz en un par de conciertos.

A pesar de todo lo anterior, ellos dicen estar en su mejor momento, y la sonrisa que tienen sus fanáticos al salir de cada concierto parece confirmar esta tesis: Podrá pasar lo que sea, pero siempre habrá un Depeche Mode en el escenario para seguir creando y transgrediendo los límites de la música electrónica mezclada con altas dosis de rock y letras ácidas.

Dave Gahan (voz), Martin Lee Gore (guitarrista) y Andrew Fletcher (tecladista) vienen a dar una muestra de porqué son considerados unas leyendas en la música electrónica y sobre todo, como lograron sobrevivir a la peor de todas las drogas: La fama.

Imbatibles

El Depeche Mode que llega a la Perla Tapatía es en esencia la misma banda de popularidad monstruosa que arrollaba en cada show que ofrecía durante la década pasada. Pero algunas cosas cambiaron.

Los excesos frente y tras bambalinas han sido substituidos por un trabajo con mayor disciplina. Sí, tienen la misma calidad de antes, pero ahora todos salen al escenario sobrios, concentrados y apreciando cada instante, como lo explicó Andrew Fletcher en una entrevista que ofreció al diario argentino El Clarín esta semana: “Nunca pensamos que íbamos a durar 30 años; creíamos que sólo duraríamos dos o tres. Tuvimos continuidad en lanzar buenos discos, tratamos de adelantarnos a nuestra época y de componer buenas canciones, y además trabajamos mucho. Pero, en realidad, no puedo explicarlo”.

Y cuando Fletcher dice que la banda no esperaba durar tanto tiempo, lo hace con argumentos. Él mismo dejó al trío en cierta ocasión durante la década pasada a causa de una profunda depresión. “(La década de los noventa) fue una época dorada para nosotros, y perdimos el control: todo se volvió demasiado grande. Emprendimos una gira, la Devotional Tour, que era monstruosa: incluía 190 conciertos. Fue demasiado. Eramos muy populares: creíamos que podíamos lograr cualquier cosa que intentáramos”. Ciertamente lo lograron, aunque el precio fue su salud y estabilidad emocional. Hoy los tres prefieren subir a un escenario y disfrutar del show. Lo que venga luego está de sobra.

Alma oscura

Si hay un integrante que causa expectación dentro de Depeche Mode, ese es Dave Gahan. Su espigada figura y voz estilizada se han convertido en las referencias absolutas para miles de músicos en la corriente electrónica. Irónicamente, el propio Gahan se considera un "músico a la antigua" que prefiere pantallas en vez de audífonos para recordar sus canciones y que opta por ver al público durante el concierto en lugar de clavar la mirada en el techo del recinto. “Me gusta sentir a los asistentes, entrar en un ambiente de comunidad. Hay algo muy espiritual en todo concierto, como si estuviéramos concentrados todos en una sola cosa. Puedo escuchar a la gente que está frente a mi”.

La empatía que el músico es capaz de lograr con la audiencia no es algo que le venga de origen, y de hecho, tuvo que usar otras herramientas para sobrevivir. “Crecí mezclándome como muchos grupos culturales. Callejeros, amantes del disco, ladrones. Pero a la vez siempre me mantenía alejado de ellos, para que no me conocieran bien, creo que ha sido un patrón en mi vida”.
¿Cómo es que alguien que nunca se muestra como ese convierte en ídolo y modelo a seguir? Gahan también se lo pregunta, pero tiene su propia respuesta: “Hay muchos locos como yo afuera”.

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