miércoles, 9 de diciembre de 2009

El CuVa se hace mayor

Fuente: El Diario Montañés

JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ

El particular 'Bulevar' de Chema Rey, cara a cara con algunos de los muchos seguidores que tuvo durante su etapa en Radio 3 y sin ondas radiofónicas de por medio, cerró el 'CuVA' que durante tres días y tres noches convirtió al Palacio de Festivales en una maratoniana fiesta sonora. A través de conciertos de lujo en algunos casos, puestas en escena innovadoras en otros, propuestas frescas alejadas de convencionalismos, presencia de nombres de culto como aficionados cualquiera.el 'CuVa' y el Palacio han conseguido en definitiva su objetivo de presentar en un gran cajón artistas diferentes -diferenciados en estilos pero unidos en calidad, actitud y aptitud-, de abrir puertas a otros públicos, a esas inmensas minorías alejadas de los circuitos comerciales y que disfrutan de la música sin etiquetas.
Y el público ha respondido con una asistencia irregular -más que notable en la primera y tercera jornada, menor en la segunda- pero entrega total a la causa.

Primera jornada

La jornada del sábado pasará al recuerdo por el excepcional concierto de Sunday Drivers, sustitutos a última hora de Charlie Winston. Sus ya diez años de trayectoria se han caracterizado por directos abrumadores y el de Santander no fue a la zaga. Pese a ser uno de los iconos del pop-rock indie nacional, sus presencias en Cantabria son escasas y el público les acogió con calor y entrega, la misma que derrochan ellos como abanderados de un estilo con muchos más adeptos de los que se piensa. Antes, La bien querida llevó al directo y con banda ese 'Romancero' que tanto éxito ha cosechado en el mercado pero que en directo hay que dar tiempo para que te deje seducir.
Esta primera jornada había arrancado con la senda que marcó Hola a todo el mundo con su cómplice y sugerente mezcla de folk y rock; después, Brendan Coskerry sorprendió con una propuesta fresca y divertida, difícil de clasificar por la cantidad de géneros por los que transita directa o tangencialmente, pero, en cualquier caso cercana al público; y Lazy abrió el entrañable 'cuarto de estar' de los grupos cántabros para demostrar que es uno de los más engrasados de la actualidad.

Segunda jornada

El segundo día del 'CuVa' comenzó con las inigualables doctrinas que compartieron Paco Trinidad, Suso Saiz y Hendrik Röever con los asistentes a la mesa redonda sobre la industria musical actual y los procesos de creación. Anécdotas, críticas y opiniones con argumento hilvanaron una tertulia con buen humor.
De la teoría a la práctica porque sin solución de continuidad fueron los portugueses Norton los encargados de abrir el escenario de conciertos demostrando, por si alguien lo dudaba, que en Portugal hay mucho más que fados. Los siguientes protagonistas fueron Glez, el nuevo proyecto de Amaro Ferreiro.
Luis Auserón puso todo su empeño en mostrar esa locura creativa que lleva dentro y que ahora le ha empujado a realizar apasionadas versiones de Ramones, Sinatra, Placebo, Joy División, Placebo. con ese sello suyo siempre particular.
A continuación, llegó el turno de Joe Crespúsculo, ese trovador techno que incluye poesía a sus secuencias electrónicas, que improvisa con ironía al mismo tiempo que desafina sin temor y que vive en esa fila línea que separa el odio de la pasión por la singularidad de su propuesta, mucho más propia de discotecas.
Tras el paso por el 'cuarto de estar' de Los Arrancacorazones, que tributaron además un particular homenaje a Luis Auserón con la interpretación de la inolvidable 'Anabel Lee', la noche del domingo la cerró la gran Emilie Simon, la nueva musa de la música electrónica, que recuerda a Björk en sus inicios. Dotada de una voz espectacular, que variaba de registros y se levantaba por encima de la electrónica que facturaba con maestría desde su amplia 'sala de operaciones', la joven francesa demostró que tiene un gran futuro por delante gracias a la novedad que transmite su música, la frescura de su transmisión, la espectacular puesta en escena y sus sobresalientes músicos acompañantes. Media Europa ya la conoce pero en España tocó por primera en el 'CuVa', que dentro de unos años 'presumirá' con orgullo de su 'descubrimiento'.

El cierre

La tercera y última jornada tuvo un claro sabor norteamericano. Por varias razones. Primero, porque Estados Unidos es la procedencia del blues descarnado, sarcasmo vital e historias tristes que desplegó sobre el escenario Micah P. Hinson -acompañado por sorpresa de los Tachenko-, que a sus 24 años parece que lleva toda la vida en esto y recuerda con ese aura de genio al Leonard Cohen o al Dylan de sus inicios. Segundo, porque de allí también llegó el 'vaquero' Scott McCloud, que presentó sus composiciones más personales, de forma sosegada e íntima, con sus Paramount Styles, otro de los descubrimientos del festival. Y tercero, porque el desierto musical de Arizona Baby, aunque sea castellano desde su Valladolid natal, podría encuadrarse perfectamente al otro lado del Atlántico por su capacidad para tocar de forma genuina lo mejor del rock, folk y country norteamericano. El de este trío fue sin duda uno de los conciertos grandes del festival y uno de los más aplaudidos y comentados por los aficionados.La grandeza de la jornada del lunes no debe olvidar tampoco ni a los cántabros Band Dessiné -¡qué buenos son!- ni a los vecinos burgaleses Yani Como ni el intenso debate sobre festivales que depararon Chema Rey, David Jiménez y Ernesto Castañeda.

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