miércoles, 31 de diciembre de 2008

‘Justice’, un éxito electrónico

Fuente: Publico.es

Los DJs son las nuevas estrellas musicales: “No hacemos electrónica sino pop del año 2008″, dice el dúo francés, que acaba de lanzar al mercado un documental en DVD

GUILLAUME FOURMONT - MADRID - 31/12/2008 08:00

Es la historia de un chino y de un gitano. Lo que empieza como un chiste malo oculta en realidad el mayor éxito de música electrónica de los últimos años: Justice. Tras el disco símbolo del grupo, los dos franceses presentan A Cross The Universe, grabación en directo de sus mejores temas. Nada nuevo: sólo versiones de versiones. Salvo un documental que sigue a los miembros de Justice como si fueran dos estrellas de rock de los años setenta, de gira por Estados Unidos. Y así fomentar el culto. “No hacemos electrónica sino pop del año 2008″, sentencia Gaspard con sus largos bigotes de Justice.

Gaspard Augé y Xavier de Rosnay el chino no son músicos, aunque consiguieron algo que nadie pensaba posible en las salas parisinas de Pigalle y Montmartre: resucitar la French Touch. Sin grandeur ni orgullo desmesurado, Francia era al final de los años noventa el país más electrónico del planeta: mientras nacía el Big Beat en Reino Unido, Dimitri From Paris, Air o Daft Punk arrasaban en el mundo entero. El primer álbum de Daft Punk, Homework, se vendió a unos 2,5 millones de ejemplares. Y la French Touch desapareció.

A Cross The Universe es un ovni entre las tradicionales películas promocionales de bandas. No hay ni entrevistas con Justice ni típicos momentos de ensayo. Rodado durante la gira americana del grupo, el filme narra la verdad imperfecta de la vida de dos músicos en la carretera, entre botellas de vodka y chicas desconocidas en lujosas casas de Los Ángeles. Es la parodia de las rockstars, hasta que los decibelios rompieran los tímpanos y mostraran a Gaspard y Xavier entregados a su público y viceversa. Desde Londres hasta Hong Kong, pasando por Barcelona, Justice ya es una referencia de la escena electrónica.

Raclette con Pedro Winter

Detrás del renuevo de la French Touch, sólo podía haber un gran conocedor de las mejores salas de música de la capital francesa: Pedro Winter. En 2003, Gaspard tenía 24 años y Xavier 21; el primero diseñaba folletos comerciales mientras el segundo estudiaba para ser grafista. “Iba a comer una raclette en casa de mi madre cuando me llamó un amigo para invitar a un tal Pedro”, recuerda Gaspard. Winter no era menos que el manager de Daft Punk, compañero de Bob Sinclar y uno de los mayores organizadores de sesiones electrónicas en París. Xavier y Gaspard sólo tenían dos temas, entre los cuales We Are Your Friends, remix de la canción de Simian. “Pedro acababa de crear su sello y necesitaba a nuevo talentos. Fue un golpe de suerte”. Así explica un sereno Gaspard, entre dos caladas de cigarillo, cómo nació Justice.

El verdadero impulso lo dio Internet, pues sus temas no dejaron de circular en MySpace tienen a más de cien mil amigos, aunque también se ganaron el respeto de los grandes pinchando en las mejores salas y en festivales como el Coachilla de Los Ángeles o el Primavera Sound de Barcelona. We Are Friends fue un éxito mundial y la pareja francesa hizo remix para Britney Spears, Franz Ferdinand, Fatboy Slim y, claro, Daft Punk.

Punto en común con estos dos enmascarados, Justice también tiene su laboratorio en un sótano de Montmartre, donde Gaspard y Xavier se encerraron durante un año. El resultado fue, en 2007, el disco , que arranca con Genesis: una introducción barroca que anuncia todos los estilos del Big Beat. Let There Be Light es electrónica violenta y estresante, D.A.N.C.E dedicado a Michael Jacksone_SEnD es dance floor y Newjack tiene raíces funk.
Más allá de Daft Punk

La creación del sello de Pedro Winter, Ed Banger Records controlado ahora por Because Music coincidió con la aparición de más productoras y artistas que consideran que la música electrónica es otra manera de entender el rock. Los más conocidos son la estadounidense Uffie, los franceses Surkin y Birdy Nam Nam, mientras Le Peuple de lHerbe ya introducía a principios de los años 2000 acid jazz en la escena electrónica.

Justice tiene, sin embargo, clara su identidad musical. “No somos herederos de Daft Punk, vamos mucho más allá”, explica Gaspard. Dice estar en su habitación, arreglando nuevos sonidos con su ordenador. Xavier no se encuentra. “No tenemos la impresión de hacer música electrónica. Nunca la hemos realmente escuchado. Hacemos pop del año 2008 o disco pero más moderno”, prosigue Gaspard quien insiste en que la intención de Justice es “generar emociones sencillas como llorar o dar una paliza a su vecino”.

Entre violencia y lágrimas es la impresión que deja el documental A Cross The Universe, juego de palabra entre a cross una cruz en y across a través de el universo. “La idea partió de un sentimiento egoísta, como recuerdo de un momento excepcional en nuestras vidas”, confiesa. Pero Gaspard y Xavier son más los espectadores que los protagonistas de la película. Observan tal dos turistas cómo los estadounidenses más pirados y muchos anormales se rinden a su música. Gaspard se casa con una desconocida en Las Vegas.

Parodia o no de la escena rock, parodia o no de ellos mismos, Justice muestra con este trabajo que consiguió unir música y misticismo, como si la pista fuera una iglesia. Todos miran en la misma dirección: una cruz.

D.A.N.C.E.

Es el himno de Justice. La letra está construida con guiños a Michael Jackson. Los ritmos son tralla electrónica espolvoreada con azúcar pop. En 2007 Antena 3 escogió esta pieza para sus cortinillas navideñas. En el vídeo causó furor por sus camisetas mutantes, que cambian de diseño cada pocos segundos.

No hay comentarios: